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Si bebe, no conduzca |
Cinco personas nos embarcamos en un viaje que consistía de 3 funciones, 3 localidades, una provincia y 1598 kilómetros. Fue así que recorrimos nuestra provincia hermana desde su sur, hasta su norte, y desde su cordillera hasta su valle.
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El equipo en viaje |
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La cabellera de Julito es peronista |
Partimos el viernes 18 a las 7 a.m, con el auto cargadísimo. El clima acompañó alucinantemente: un sol incomparable, no había viento, la ruta en perfectas condiciones. Primer destino: Chos Malal (552 km). Paramos a almorzar en Zapala, donde, entre otras charlas, hablamos del vehículo ideal para viajar con una obra de teatro. "
Para mí la Kangoo es la mejor, porque llevás a los tripulantes y tenés mucho espacio para llevar cosas, y no tiene la bandeja de la luneta..." y fue ahí que nos dimos cuenta que la bandeja de la luneta de nuestro Palio fiel había quedado tirada en la calle donde cargamos el auto en Bariloche! Al estar oscuro, y ser un objeto oscuro, y el cemento oscuro, bueno... se había complicado la definición de los bordes figura/fondo entre este objeto y el fondo. Por suerte, el buen vecino la vio, la guardó y a la vuelta nos la entregó. Igualmente agradecemos la logística generada por nuestros amigos de Bariloche para poder dar con el paradero de semejante objeto, sobretodo de Dieguito, que siempre está.
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Director + actor |
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Cara de |
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Foto retro |
Llegamos a Chos Malal a las 14hs, en punto, suizamente puntuales. Nos recibió Fernando del Hostel La Quimera y el Chino en la sala (una sala muy linda, por cierto). La función salió muy bien, la gente muy contenta y nosotros muy emocionados. Es muy lindo llegar de esta manera a lugares que uno nunca se imagina que visitaría.
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Cine Teatro de Chos Malal |
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Cine Teatro Chos Malal |
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Desayunando en Hostel La Quimera. Un lujo! |
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Desayunando |
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Hostel La Quimera de Chos Malal |
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Viajando |
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Teatro Municipal de Aluminé |
El viaje a Aluminé incluyó el mejor de los paisajes, pasando por el Parque Nacional Laguna Blanca y casi ingresando al Parque Nacional Lanin. El asfalto se convierte en ripio, para bajar por el Rahue: paisaje increíble. Llegando a Aluminé, nos recibió René, almorzamos (excelente almuerzo), y mientras los actores dormían una siesta, el equipo armó el espacio.
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Aluminé |
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Teatro Municipal Aluminé |
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Destronemos al director |
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Claramente, se nota quién labura realmente... |
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Aluminados con René |
En el Hostel La Quimera nos sentimos muy bien atendidos, un Hostel que recién abre sus puertas. Muy cómodos, una ducha caliente, unos muebles antiguos muy bien restaurados. Un lujo, realmente. Comimos muy bien y descansamos muy bien. Partimos el sábado 19 a las 10a.m. a Aluminé (prácticamente por la misma ruta que habíamos hecho el día anterior). Eran 316 km que nos esperaban, por suerte, el clima seguía apoyándonos.
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Con algo había que acompañar la parrillada |
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Rotación dentro del auto |
Esa noche la sala se llenó de gente, fue otra hermosa función. Muy agradecidos ellos, y nosotros. Era la víspera del día del amigo, así que luego de la función fuimos por una generosa parrillada, acompañada de una peña muy fiestera. Qué lindo que es Aluminé, la gente muy generosa y amable. Tiene esa cualidad especial de pueblo que algunas otras localidades han perdido.
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Teatro El Arrimadero, Neuquén |
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Teatro El Arrimadero, Neuquén |
Finalmente, ese domingo 20 partimos a las 10a.m. hasta la capital provincial. Esta vez la ruta estuvo un poco más poblada, pero el clima, por suerte, siguió acompañándonos. Fueron 306 km recorridos, llegamos cerca de las 15hs y nos recibieron en el teatro El Arrimadero, donde interrumpimos un ensayo. Silvana nos prestó su casa para descanso y aseo, que muy bien aprovechamos. Luego, todos al teatro a vestir el escenario y encontrarnos con Gustavo y Leo, que nos atendió muy bien. La función fue muy especial, entre otras cosas, porque Alejandro Finzi fue uno de los espectadores. Decidimos hacer los últimos 480 kms esa misma noche, así que no nos quedamos a dormir en Neuquén. Un viaje de madrugada, con empanadas a bordo, llegamos cerca de las 5 a.m. a nuestra casa, con una hermosa sensación de compartir teatro, de haber conocido gente, de haber recorrido kilómetros con un sólo objetivo. Fue sumamente gratificante y enriquecedor, las charlas, los debates, los chicstes, mates, paisajes, aplausos, comidas, vecinos... todo quedó en la mochila de los recuerdos del equipo de La Cordura, y lo compartimos con Uds.
Salúd!
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Con Silvana, anfitriona de lujo |